Si alguien te preguntara cuáles son los valores y comportamientos que consideras más importantes para alcanzar el éxito, ¿qué responderías?
Hago esta pregunta constantemente en mis conferencias en empresas y a mis alumnos universitarios y las respuestas que recibo son siempre muy parecidas y certeras.
Perseverancia, determinación, dedicación, pasión, riesgo, constancia, trabajo duro, comunicación transparente, persistencia, gratitud, mente positiva, colaboración, responsabilidad, propósito, servicio, honestidad, lealtad, visión, confianza, sacrificio, compromiso.
Estoy seguro de que todos estamos de acuerdo con esas respuestas, y también me atrevo a pesar que además de estar de acuerdo con ellas, sabemos de su enorme importancia para alcanzar nuestras propias metas y ser exitosos como personas y como profesionales.
Hay algo que me llama la atención sobre esto. Si tan claro lo tenemos, si tan claro lo tienen todos aquellos que responden cuando pregunto, ¿por qué no todos los llevamos a cabo a diario?, ¿porqué no es la mayoría de las personas las que en su día a día recuerdan estos valores y los ponen en práctica?.
En muchas ocasiones sabemos lo que tenemos que hacer para ser exitosos pero no lo hemos interiorizado tanto como para ponerlo en práctica cada día de nuestras vidas. Se dice que necesitamos 21 días para convertir una acción en hábito y se sabe que los hábitos, cuando son sanos y constructivos, se convierten en un buen aliado para lograr nuestras metas. Si esto es así, ¿porqué no tratamos de convertir estos valores en hábito?. En hábitos que nos acompañen individualmente pero también junto a las personas que forman parte de nuestros equipos, de nuestro entorno.
No es suficiente con saber que existen los valores que suman en nosotros: Sin acción de nada sirve conocerlos.
Vivimos tiempos convulsos en los que los valores son, si cabe, más importantes que nunca y la acción es vital. Como ya he compartido en otras ocasiones el miedo y la incertidumbre tienen el poder de paralizar y bloquear. La acción es una útil herramienta para afrontar ese miedo y desde ella podremos también fortalecer esos valores y comportamientos que nos ayuden a superar dificultades y que nos acompañan a alcanzar aquello por lo que estamos dispuestos a luchar, aquello que nos mueve y nos conmueve.
GRACIAS.