Liderarnos a nosotros mismos, auto-gestionarnos y auto-motivarnos para que nuestra propia actitud no sea un freno para los demás se hace, si cabe, más importante en estos momentos. Acción, actitud, diálogo interior y buscar el sentido de las cosas como fórmula de una sana y productiva autogestión.
“La diferencia entre lo que somos y lo que queremos ser, es lo que hacemos” y este es el motivo por el que es necesario afrontar los retos que tenemos delante desde la acción y con la actitud adecuada para afrontarlos.
En ocasiones es importante que nos ayuden a tomar decisiones, aunque en realidad todo parte de la importancia que damos a nuestra gestión personal, a la capacidad que tenemos de gestionar nuestras prioridades, a la capacidad que tenemos de ser pro-activos, de afrontar nuestros miedos, de asumir el constante cambio al que nos vemos sometidos, de aceptar la idea de estar fuera de nuestra zona de confort, de entender la actitud que adoptamos antes las circunstancias de la vida y de ser conscientes de cómo nos hablamos a nosotros mismos, nuestro diálogo interior, y es que tenemos más responsabilidad de la que creemos en llevar a cabo una auto-gestión sana y productiva que nos impulse a salir de la adversidad y nos acompañe en el logro de nuestros objetivos, y en en nuestra autogestión reside gran parte de nuestro éxito personal y profesional.
Según el principio 90/10 Stephen Covey de todas las cosas que nos ocurren a las personas no controlamos el 10% pero si podemos controlar el 90%. Si pulimos nuestra actitud ante las circunstancias de la vida y no dejaremos que nuestros pensamientos y reacciones nos limiten, entenderemos cómo actuar contra el 10% de las cosas que no controlamos y evitaremos que éstas sean más fuertes que el 90% de las cosas que si controlamos. En realidad lo importante es qué hacemos con las cosas que nos pasan y no tanto las cosas que nos pasan, y para eso hay que mantener siempre una mentalidad positiva y cuidar al máximo nuestros pensamientos.
Con frecuencia hablo de la importancia que tiene la acción. Lo que hacemos marca la diferencia entre lo que queremos conseguir y lo que realmente conseguimos. Por eso es fundamental adoptar una actitud positiva, pro-activa, creer nosotros mismos, auto-gestionarnos de manera que también podamos auto-motivarnos, y para eso es importante pulir mucho nuestro diálogo interior, lo que nos decimos y como nos lo decimos. Somos el principal responsable de motivarnos desde lo que pensamos de nosotros mismos y cómo nos hablamos desde nuestro interior. Cada día desde que nos levantamos hasta que nos acostamos estamos continuamente hablándonos a nosotros mismos, por eso es tan importante pulir lo que nos decimos y que esto nos motive y nos ayude a seguir adelante en lugar de limitarnos y hacernos tirar la toalla. Somos nuestro principal motivador pero también podemos ser nuestro principal boicoteador y por tanto nuestro principal limitador a la hora de tomar decisiones y actuar.
«Cuida tus pensamientos porque se volverán Actos.
Cuida tus Actos porque se volverán Costumbre.
Cuida tus costumbres porque formarán tu Carácter.
Cuida tu Carácter porque formará tu Destino.
tu destino será tu Vida.»
(Gandhi
Además de un sano diálogo interior, es importante creer en lo que se hace, buscar el “para qué” de las cosas que hago y que me mueven y, sabiendo esto, una vez que conozco el verdadero sentido de las cosas que hago, que mis acciones estén dirigidas a ser útiles a otras personas pues no hay mejor forma de auto-motivación que convertir nuestras acciones en resultados útiles a los demás, desde el compromiso con ellas y desde la convicción de que lo que hago sirve para sumar y no para restar en mi equipo, en mi entorno y en quien forma parte de mi vida.
Este artículo forma parte de «Ocho ideas sobre las que reflexionar».
Podcast Auto-gestión:https://anchor.fm/jacobo-parages/episodes/La-Autogestin-elfr5m
Muchas gracias!