Nos movemos de un lado a otro buscando huir del dolor y alcanzar el placer. Este movimiento es nuestro continuo devenir del día a día. Si algo nos duele, genera movimiento, nos hace evitarlo, si algo nos da placer, nos hace movernos para lograr poseerlo. Da igual de que tipo de dolor se trate, físico, emocional, económico… Al final resulta que este continuo movimiento de un lugar a otro, nos hace victimas de una continua inquietud, que nos quita la paz, nos genera estrés, ansiedad, desequilibrio o depresión.
Parece ser que todo empieza desde el dolor, eso afirma Guillermo Fouce, profesor de Psicología de la Universidad Carlos III, de Madrid
«El punto de partida es que para sentirse bien, primero hay que sentirse mal”.
Si buscamos sentirnos bien emocionalmente, es porque nos sentimos mal por dentro, si buscamos la comodidad física, es porque salimos de la incomodidad del cuerpo, si ansiamos el placer en alguna de sus formas, es porque estamos sintiendo el dolor.
Para romper este círculo vicioso, hay que aprender a entender el dolor, la incertidumbre, la incomodidad, porque si no estaremos en una constante inquietud y desasosiego. No se trata de rendirse al dolor (físico o emocional) se trata de que la percepción de este no nos produzca un movimiento tan negativo que nos lleve a un lugar menos deseado porque la búsqueda de placer, nos puede convertir en insaciables y no importa en que situación nos encontremos que buscaremos más y más.
No podemos obviar que la sensación del placer es agradable y la del dolor es desagradable, pero se suceden de tal forma, que si no tomamos conciencia de ello nunca cesarán. Desde mi experiencia, comparto que solo desde el abrazo al dolor y su aceptación, logramos la actitud adecuada para lograr estar mejor.
«Preciso es que el placer tenga sus penas, y el dolor sus placeres»
Johann Wolfgang von Goethe
En mi libro «Lo que Aprendí del Dolor» relato mi experiencia de como aprendí a llegar a encontrar el lado bueno del dolor. Animo a todos los que están sufriendo la inquietud, la incertidumbre y el desasosiego que intenten buscar el lado positivo de la adversidad porque encontrarlo es lo que nos lleva realmente a superarla.