La calle más alegre del mundo, la calle donde viven juntas a la vez las cuatro estaciones del año, la única calle de la tierra que yo desearía que no se acabara nunca, rica en sonidos, abundante de brisas, hermosa de encuentros, antigua de sangre: Rambla de Barcelona».
Federico García Lorca
Las personas instaladas en el mal que llevan sufrimiento a la sociedad nunca ganarán, nunca podrán instalar su miedo ni su terrible objetivo y forma de vida.
Todo mi cariño a las victimas de este brutal ataque y todo mi apoyo a esta gran ciudad en la que uno se siente tan bien cuidado y recibido.
¡Todos somos Barcelona!