Tendemos a compararnos con los demás, en suerte, circunstancias, y mas cosas. Es, una respuesta automática de nuestra mente, que por cuestiones educacionales…culturales actúa así, y esto condiciona nuestra felicidad dependiendo de las circunstancias. Parece que no acabamos de creernos nuestra individualidad. Cada uno, tenemos nuestras propias cartas y con ellas debemos hacer la mejor jugada posible. Apuesto por el ejercicio de sentirnos únicos y grandes vivir la vida con nuestra circunstancia y sacar de ella lo máximo para que gane el valor de una existencia plena.
Apuesta por ti!!! Juega tus cartas.