Comenzando la era de la revolución tecnológica surge el nuevo hombre del Renacimiento.
En este amanecer a la revolución tecnológica estamos despertando a un mundo inmenso lleno de nuevas oportunidades, posibilidades y proyectos que podemos desarrollar. En este comienzo del S.XXI parece ser que estamos casi en la prehistoria de la emergente humanidad, y en esta nueva época solo destacarán aquellos que estén en apertura, curiosidad e inquietud al conocimiento constante, un hombre al que llaman «knowmad» y al que yo lo llamaría el nuevo hombre del renacimiento. El trabajador, empresario o emprendedor de esta nueva era tiene que ser alguien con mucha capacidad de aprendizaje, especial capacidad de adaptación a los cambios que ya han llegado, con mucho interés por todo lo que sucede a su alrededor, con capacidad de comunicar y transmitir pasión por sus ideas y suficientemente atrevido como para llevarlas a cabo, sin miedo, con esfuerzo y perseverancia.
Las competencias no cognitivas interpersonales o soft skills son habilidades fundamentales para esta nueva gestión del conocimiento en el mundo de la empresa.
Herramientas fundamentales para la vida y para el trabajo que van a ser definitivas en la formación de las personas con mayor talento y más preparadas en aspectos técnicos y digitales. No reparar en ello es un grave error porque son competencias trascendentales para su desarrollo.
Más del 70 % del éxito de una persona en su trabajo depende de las llamadas «soft skills» y solo el resto lo hace de las habilidades duras.
Si esto es así actualmente, imaginemos cómo será para el trabajador del futuro próximo: no hay cerebro que vaya a hacer competencia en capacidad a un solo pendrive, no va a haber médicos con más conocimiento que los que pueda tener la inteligencia artificial, no habrá libros que no puedan ser consultados en menos de un minuto por una de estas inteligencias y que resuelvan grandes y complejos problemas, pero, tampoco habrá una máquina que tenga la capacidad de reflexión ni pensamiento crítico; la capacidad de gestionar personas, motivar equipos de trabajo, o ayudar en la inteligencia emocional a través de: las habilidades sociales, los valores, la ética, el lenguaje corporal o gestual, la empatía, la escucha activa, la asertividad, la proactividad, la humildad y la comunicación.
Hay que preparar a este hombre del renacimiento tecnológico para que domine estos aspectos tan importantes de las habilidades personales e interpersonales. Las grandes empresas de recursos humanos buscan no solo líderes preparados en conocimientos, si no con estas otras habilidades porque gestionar el tiempo y sobre todo la confianza siempre será tarea humana.