La etapa de Navia ha estado llena de bonitas sorpresas.
El pasado día 29 de Julio tuvo lugar el descenso a nado de la Ría de Navia. La etapa número cinco de mi participación en la Copa de España de Aguas Abiertas.
Ha sido una experiencia tan inesperada como fantástica. Contaré qué es lo que la ha hecho tan especial: Cuando llegó el día previo al viaje llevaba una semana gestionando un brote de dolor, algo que había afectado a mi confianza en que mereciera la pena participar en esta prueba. Mi compromiso con el proyecto y con mis patrocinadores fueron más fuertes que las excusas y justificaciones que mi cabeza y mi cuerpo ponían repetidamente para no asistir. Obviamente esta no es la actitud más adecuada para afrontar un reto que en ese momento me suponía un esfuerzo grande, y decidido a participar, me obligué a mantener la mente abierta y afrontar lo que de verdad tenía que hacer: emprender un viaje a Asturias, tomar parte en la prueba y ver cómo se desarrollaban los acontecimientos. El camino fue increíble, numerosas sorpresas fueron surgiendo en este viaje lleno de encuentros con buenos amigos y con otros nadadores. La travesía de la Ría es una prueba internacional a la que asisten equipos nacionales absolutos de distintos países del mundo, un gran acontecimiento que esta vez cumplía su 61 edición. Además de varios ex-olímpicos y nadadores de enorme prestigio en esta (como en todas las ediciones anteriores) participó mucha gente de la localidad y sus alrededores, algo que convierte esta prueba en muy impresionante. El apoyo a los deportistas es constante ya desde el primer día en el que tras una procesión por el pueblo se hace la tradicional ofrenda a la Virgen de La Barca, con niños ataviados con trajes regionales que acompañan a los deportistas, gaiteros que alegran el paso, hasta llegar finalmente a la iglesia donde se cierra el acto de ofrenda con el himno a la Virgen y el himno de Asturias al son de gaitas y tambores.
El día de la prueba hay gente animando a lo largo de los más de 5 kilómetros de un entorno espectacular. Un espíritu que está presente todo el fin de semana en cada momento y en cada rincón del pueblo. Comparto en este enlace http://rianavia.com/retransmision-del-descenso-a-nado-de-la-ria-de-navia-2018-por-rpta/ la retransmisión de la RTPA.
La prueba para mi no fue fácil, no me la esperaba de otra forma y nada mas tirarnos a un agua que estaba por debajo de 18 grados me golpearon la cara y se me desplazaron las gafas, lo que hizo que desde el primer minuto fuese pendiente de lograr que encajaran sin perder tiempo, tuve un «shock» con el agua y sufrí un bloqueo, pero preparado mentalmente para casi todo, logré tomar mi ritmo y nadar sin parar, siempre acompañado de un sol en la cara que me lo hizo más fácil. Al final llegué muy satisfecho de haber superado las barreras que me acompañaron desde días antes de llegar a Navia. Horas después cuando subieron los resultados generales tuve la gratificación de ver mi tercer puesto en mi categoría en la prueba y colocarme segundo en la general de La Copa de España. Un Gran Premio.
Nunca sabes realmente donde están las sorpresas del camino, pero para que lleguen es seguro que hay que esforzarse.
En este caso una etapa sin expectativas, o para ser más sincero con bajas expectativas, se ha convertido en la mejor de las cinco etapas que he disputado hasta ahora, y no solo por el resultado sino por todo el camino.
Gracias Virgen de La Barca, gracias Navia y gracias Asturias.