Las certidumbres en la vida deben hacerse mas claras, despiertan y se pueden observar de forma mas viva en tiempos de incertidumbre y de crisis.
A menudo oímos la palabra incertidumbre en prácticamente todos los ámbitos de la vida y hoy me gustaría centrarme también en lo que si tenemos para no darle tantas vueltas a lo que no tenemos.
En estos tiempos tan diferentes, tan inesperados, de tanto cambio están surgiendo cosas muy destacadas que me hacen pensar en lo que la vida nos da, pero que pasa habitualmente tan desapercibido. Centrarme en torno a nuestra parte más humana desde donde sale lo mejor de cada uno, nuestro lado más bueno y generoso. En momentos de gran dificultad podemos observar acciones que nos conmueven profundamente, la solidaridad con los más débiles, la entrega de los demás, empresas privadas que ponen todo a disposición del bien común, iniciativas personales que ponen el centro en «los otros» y es entonces cuando despierta lo que a veces tenemos escondido LA VIRTUD.
La pausa nos permite entrar en reflexión y en conexión con nosotros mismos y con los de nuestro alrededor, y reconocerles y sentirles cerca aunque en estos momentos estén lejos. En admiración con las acciones de otros, en orgullo de pertenencia a un colectivo, a una empresa y a una nación. En agradecimiento con los gestos y esfuerzos de los demás.
Nos permite también aprender a ser más fuertes que temerarios, a tener más dominio de nosotros, a actuar con más justicia que dureza y a ser más humildes a la vez que menos pusilánimes.
Si pensamos en las certezas de nuestra vida, en lo que cada uno SI tiene y que en momentos como estos debería ser mas capaz de ver claramente, ganaremos en certidumbres para afrontar tanta confusión, tanta duda, tanta incertidumbre. Tal vez lo importante está en identificar y agradecer lo que tenemos y tal vez justamente eso nos quite los miedos reales e imaginarios.
Invito a hacer esta reflexión. Muchas gracias y espero que todos estéis bien.
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