UNA LECCION DEL DESTINO

Las cosas que nos suceden en la vida cobran sentido cuando se mira hacia atrás con cierta perspectiva.  Cuando a uno le suceden cosas buenas, se deja llevar y no se cuestiona los motivos, pero cuando caemos en una crisis, del tipo que sea, personal, trabajo o salud,  es necesario poner mucha energía para superarla, porque es algo nuevo para lo que no estamos preparados y a veces incluso parece imposible dejar de buscarle un sentido y no quedarnos ahí atrapados.  Me gustaría compartir contigo hoy que he encontrado una nueva lección en mi destino.

Como seguramente sabes, si eres seguidor de mi blog, actualmente dedico mi labor profesional y casi personal, a compartir.  Compartir a través de clases, conferencias y talleres de trabajo, para mantener la motivación despierta cuando fallan las fuerzas, y a este camino me acercó algo que no es especialmente deseado a nadie, una enfermedad crónica dolorosa.

Estos momentos críticos en mi vida despertaron pasiones dormidas, desarrollaron valores como coraje, disciplina, sacrificio, constancia, pasión… y me acercaron a personas que hoy por hoy son mi realidad.  Una realidad que sí es deseable para todo el mundo.  Cada vez que desarrollo mi trabajo y me encuentro con un grupo nuevo de personas, conectamos y les transmito mi aprendizaje, me llena de satisfacción personal.  Distintos colectivos, empresas, fundaciones, estudiantes, afectados, que continuamente me dan el regalo en forma de gratitud, de mails, twitts o comentarios en los que me transmiten su agradecimiento por haber compartido, lo que me despierta día a día la pasión por el trabajo que realizo, comunicar y transmitir para ayudar, para sumar.

Siento una gran satisfacción personal, con este trabajo.  Me encanta lo que hago.  Me gusta comunicar y me gusta transmitir.  Me gusta conectar con personas que reciben mi mensaje de una u otra manera y les proporciona una pequeña herramienta en la vida.  Días como hoy en el que he recibido un mail de un ahora amigo, J.A.R. que me cuenta que estaba a punto de tirar la toalla en su trabajo, que no encontraba conexión con su vida, con sus ambiciones, que se sentía lejos de sus compañeros, pero que gracias a mi conferencia nota un nuevo clima en su equipo de trabajo, donde sienten tener un objetivo común, una meta. Donde dice haber conectado de nuevo con ellos, con el lado mas humano de la empresa y me agradece sus renovadas ganas de seguir.  Esto, para mi, no tiene precio.

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Por eso se despiertan hoy de nuevo mis ganas de escribir, para recordarte que siempre hay que CONFIAR, confiar en que en algún momento del destino o de la vida, se unirán los momentos difíciles y cobrarán sentido, entonces seremos capaces de verlos como necesarios para llegar a ser quienes somos y cómo somos.

Como dejó dicho Steve Jobs en su discurso en la Universidad de Standford,

«You can’t connect the dots looking forward; you can only connect them looking backward. So you have to trust that the dots will somehow connect in your future»

«No se pueden unir los distintos puntos mirando para adelante; se pueden unir únicamente mirando hacia atrás. Así que deben confiar que de alguna manera los puntos se unirán en el futuro»

Totalmente de acuerdo.

¡Muchas, muchas gracias a todos los que me acompañáis en este camino!

 

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